Adelantándonos un día a la fiesta que la Iglesia reserva a San Juan Pablo II (22 de octubre), en el Colegio KW hemos celebrado por todo lo alto el día de nuestro patrón. Don Francisco Cerro, arzobispo de nuestra Archidiócesis, ha presidido una emotiva Eucaristía a la que han acudido alumnos, personal del Centro y algunos padres en representación de las familias.
La jornada se ha completado con distintas actividades enfocadas a acercar más la figura de este gran santo a nuestros alumnos, desde los más pequeños del CEI hasta los mayores de Bachillerato.
A lo largo de la mañana se han vivido momentos tan emocionantes como el saludo a don Francisco, con el himno del colegio interpretado por el coro.
Les dejamos aquí transcrita la preciosa homilía de nuestro querido arzobispo:
«En primer lugar, quería deciros que el tesoro de la Iglesia son las personas, siempre sois vosotros. La Iglesia tiene la misión de anunciar a Cristo. Y este, al ser un colegio católico, tiene que cumplir y vivir el Evangelio. Eso es en lo que se diferencia de otros colegios. Cuando se da a Jesucristo se vive lo que significa el Evangelio. Pero dar a Jesucristo no nos exime de que tengamos una calidad de enseñanza. La Iglesia, como dice el Papa y como dijo hace sesenta años el Concilio Vaticano II, es experta en humanidad. Todo lo humano nos interesa: vuestra educación, vuestro crecimiento, vuestra formación. Igual que para vuestros padres sois el tesoro de su vida, para la Iglesia también lo sois.
El Papa Juan Pablo II decía: «No tengáis miedo». Cristo no os arrebata nada. Solo ha venido a quitarnos lo que nos impide crecer. Él lo que merece la pena no lo quita. Lo enriquece. Le da una fuerza única.
Lo segundo que os quiero decir es que somos una familia. La familia del Colegio. No queremos defraudar a vuestros padres, sino estar a la altura. Vosotros os merecéis a Cristo. Jesucristo os tiene que hacer mejores estudiantes, mejores ciudadanos. Una persona que vive verdaderamente el Evangelio se pone en el lugar del otro, comparte. Y… ¿dónde pasáis el mayor tiempo cada día? Prácticamente en el colegio. ¿Cuántas horas estáis con los compañeros, con los profesores? ¡Muchas!
No hay nada más grande que el ser humano. Todo lo humano es digno de ser vivido, porque todo lo ha vivido Cristo por la encarnación. Y lo que no vivió lo vive en nosotros: la enfermedad, las dificultades…
En tercer y último lugar, vuestro colegio tiene un carisma precioso que es el carisma de San Juan Pablo II, que fue un evangelizador increíble. A mí me nombró obispo su sucesor, el Papa Benedicto. Pero tuve la suerte de que cuando él era Papa pasé mucho tiempo en Roma estudiando. Y tuve el privilegio de pasar algunos ratos con él.
Era un hombre apasionado por llevar a Jesús hasta los confines de la Tierra. Pero hizo muchas más cosas: es el Papa de la juventud, de las grandes encíclicas, de los humildes y los pobres… Con él cayeron muros como el de Berlín y terminaron muchas divisiones. Es el Papa al que todos queremos y es el santo que es patrón de vuestro colegio.
Vamos a pedir que el colegio cumpla con la misión que le ha sido asignada: formar y educar a la persona. Cuando mi predecesor, don Braulio, inauguró este colegio sabía e intuía esta misión y por eso puso como Papa titular a Juan Pablo II».