«Ten los oÃdos bien abiertos, porque tarde o temprano te va a llamar». Jesús es un joven diácono que, a tan solo tres meses de ordenarse sacerdote, no puede olvidar estas palabras. Se las dijo otro presbÃtero, hace tiempo, cuando él aún dudaba de si su vocación era real.
De todo ello ha hablado en su visita a los alumnos del Karol Wojtyla, con motivo de la festividad de San José, patrono del Seminario. Ha venido acompañado de Rodrigo, un joven seminarista. Ambos han charlado con los chavales, les han mostrado un vÃdeo sobre cómo es la vida dentro de un seminario, y han respondido a cientos de preguntas sobre su vocación al sacerdocio.
«De pequeño me pedà para Reyes un juego de magia porque creÃa que en él vendrÃan las instrucciones de la Misa. A mà me llamaba muchÃsimo la atención todo lo que sucedÃa en la EucaristÃa», prosigue Jesús. Sin embargo, en aquel juego no aparecÃa lo que Jesús, siendo niño, anhelaba.
Con el paso de los años, Jesús, como tantos jóvenes que sienten la llamada, pasó por momentos complicados. «Si no se cuida bien una relación, se enfrÃa. Dios también nos necesita, pero muchas veces no caemos en la cuenta». De esta manera, él también vivió temporadas más alejado del Señor cuando, de pronto, estudiando un ciclo formativo sobre dietética, sucedió. «Oà las campanas de la iglesia y me di cuenta de lo feliz que era yo cuando estaba cerca de Dios».
Una preciosa lección acogida con alegrÃa por parte del alumnado del KW, que ha hecho la firme promesa de rezar a diario por las vocaciones al sacerdocio, y, muy en especial, por Rodrigo y Jesús.