Hoy, 31 de enero, la Iglesia Católica recuerda a San Juan Bosco, un sacerdote italiano del siglo XIX que constituye un maravilloso referente para los profesionales de la educación.
San Juan Bosco puso su vida al servicio de los más jóvenes. Se dedicó enérgicamente a ayudar a chavales desfavorecidos, ofreciéndoles un proyecto de desarrollo humano, laboral y religioso.
Recientemente, el Papa Francisco ha recordado a San Juan Bosco en el seno de la Jornada Mundial de la Juventud de Panamá. En palabras del Sumo Pontífice, Don Bosco «se animó a dar raíces desde donde sujetarse a los jóvenes para que puedan llegar al cielo, para que puedan ser alguien en la sociedad, darles raíces para que se agarren y no los tire abajo el viento que viene». Francisco aseguró que el secreto de la obra del fundador de los Salesianos consistió en saber mirar a los jóvenes con los ojos de Dios.